LOS árboles singulares de Vizcaya gozan de buena salud

Por su tamaño, edad, historia o belleza son singulares y, como tales, han merecido una protección especial. Los cinco árboles singulares que hay en Bizkaia gozan de buena salud; algunos, como el tejo de o la encina de Urkieta, tienen achaques propios de la edad, como pudriciones en el tronco y las ramas, pero su estado de conservación es bueno. Técnicos del departamento de Agricultura, sus médicos particulares, les hacen un chequeo todos los veranos y les administran los tratamientos necesarios para que sigan manteniendo su imponente porte.

Cada año, los cinco ejemplares se someten a una profunda revisión en el que se revisan tanto sus características (circunferencia, densidad de la copa, altura total, número de ramificaciones...) como su estado fitopatológico (daños en las raíces, origen de los daños, estimación de la peligrosidad de los síntomas...), además de establecer medidas para garantizar su conservación. En una graduación que comprende las calificaciones excelente, bueno, regular, malo y pésimo, el estado de conservación del tejo de Agineta, el roble de Artzentales y las encinas de Garai y Urkieta es bueno, y sólo el tejo de Aginalde presenta un estado regular. Además del estudio, se han ensayado métodos para detectar podredumbre internas, lo que permitiría adelantar el diagnóstico y el tratamiento.

Junto a la revisión, en julio del año pasado se realizaron también podas y saneamiento en los cinco árboles. Este verano se comprobará si estas medidas han sido positivas y se establecerán los tratamientos sanitarios necesarios.

La diputada de Agricultura, Irene Pardo, también informó de que se está analizando la protección como árboles singulares de dos cipreses de Monterrey.